Consejos para esquiar
Consejos para esquiar
Me apunto a esquiar
En la temporada invernal, los aficionados a los deportes de nieve estamos deseosos de acercarnos a la montaña. Te enseñamos unos consejos para mejorar tu ski
Equiparse a conciencia
Antes de lanzarte a las pistas de esquí, es muy importante que vayas bien equipado y que sepas utilizar el equipo. Aparte de los esquís, botas y bastones, también necesitarás ropa abrigado, protectores oculares y un casco diseñado específicamente para el esquí o el snowboard (esquí sobre tabla).
He aquí una lista del equipo que deberías llevar cada vez que vayas a esquiar:
Un buen seguro de Esqui te ebitará pagar rescates en pistas y perdidas de forfait
Esquís — Por norma general, cuanto más largos son los esquís, más rápido van y más cuesta controlarlos. Asegúrate de comprar o alquilar esquís que sean apropiados para tu nivel de esquí y deja que te los ajuste y gradúe un profesional experimentado en una tienda o taller de esquí.
Fijaciones — Debería graduarlas un profesional experimentado de una tienda o taller de esquí. Es muy importante que las fijaciones se suelten en caso de caída para evitar posibles lesiones en las piernas, pero las fijaciones que se sueltan con excesiva facilidad pueden provocar caídas por sí mismas.
Botas — Como punto de contacto con los esquís, las botas son una parte vital del equipo. Asegúrate de adquirir unas botas que sean de tu talle para mantener los pies cómodos y calientes y tener un buen control sobre los esquís. Las botas siempre deben abrocharse y ajustarse bien para que proporcionen a pies y tobillos la sujeción necesaria.
Bastones — Estos siempre deberían ser de la longitud adecuada y disponer de una correa que se coloca alrededor de la muñeca. Para comprobar si tus bastones tienen la longitud adecuada, pon uno al revés y cógelo por la punta, con la mano apoyada en la arandela. Tu codo deberá estar en ángulo recto, con la empuñadura del bastón en contacto con el suelo.
Casco — Como ocurre en muchos deportes, el casco es la principal parte del equipo en lo que se refiere a la prevención de lesiones que podrían poner en peligro tu vida. Deberías llevar uno siempre que vayas a esquiar. Adquiere un casco que sea de tu talle y asegúrate de que llevas abrochada la correa del mentón para que el casco no se te mueva. Asimismo, asegúrate de adquirir un casco específico para el esquí (no sirven los cascos de fútbol americano o los de ciclista) que dispone de más espacio para las gafas de esquí y para la ventilación en los días más cálidos.
Gafas de sol y de ventisca — Los rayos del sol son considerablemente más fuertes en las zonas de mayor altitud que a nivel del mar y, al rebotar contra la superficie blanca de la nieve, pueden suponer una grave amenaza para la vista. Las gafas de sol son la mejor forma de proteger los ojos de los rayos solares, pero también deberías llevar encima unas gafas de ventisca de tu talle por si hiciera frío y se pusiera a nevar. Este tipo de gafas también protegen mejor los ojos de ramas y otros obstáculos.
Guantes o manoplas — Los guantes de esquí te deben permitir mover libremente los dedos para que puedas coger bien los bastones, pero la principal función de los guantes es mantener los dedos bien calientes. Teniendo esto en cuenta, muchos guantes disponen de bolsillos para calentadores de manos. No obstante, si te siguen enfriando mucho las manos, es una buena idea que lleves manoplas que, por lo general, son más calientes que los guantes.
Abrígate Como Dios manda
Como te podrá contar cualquiera que haya esquiado en un día frío, no es nada divertido no llevar suficiente ropa de abrigo encima. Asimismo, en los días cálidos llevar demasiada ropa de abrigo puede hacerte sudar, lo que te hará coger frío cuando el sol se oculte tras las nubes o las montañas. La mejor forma de abordar esta situación es vestirte con múltiples capas que te podrás quitar y/o poner en función la temperatura.
He aquí un resumen del tipo de ropa que deberías llevar al esquiar para evitar la hipotermia y las congelaciones:
Ropa interior térmica — Como con toda la ropa de esquí, la ropa interior larga debería ser de lana o de un tejido sintético, como el polipropileno, nunca de algodón, que permanece húmedo y se enfría al humedecerse. Los calzoncillos largos, leotardos y bodys deben ajustarse bien a la piel para formar una capa cálida que será la base sobre la que será fácil acoplar las demás capas.
Calcetines térmicos — En lo que respecta a los calcetines, el grosor no es necesariamente lo mejor. Un calcetín demasiado grueso hará que las botas te aprieten más y experimentarás incomodidad y frío en los pies. Elige calcetines del grosor adecuado para tus botas y súbetelos hasta debajo de la rodilla.
Capas intermedias — Los jerseys de lana o los forros polares fabricados con tejido sintéticos son los mejores. Intenta llevar unos que no sean demasiado gruesos para que te quepan bien debajo del anorak.
Pantalones de esquí — Deberían ser del talle adecuado y permitirte mover las piernas libremente. Asegúrate de llevar unos completamente impermeables.
Anorak — Los mejores anoraks tiene multitud de bolsillos para guardar cosas. Mucha gente prefiere utilizar anoraks de plumón, que tienden a ser los más calientes, pero los anoraks finos con muchas capas intermedias funcionan igual de bien. Como con los pantalones de esquí, los anoraks deben ser completamente impermeables.
Bragas de cuello — En los días muy fríos, tendrás que llevar una braga que te cubra el cuello y que puedas estirar para taparte la cara. Las mejores son las de tipo pasamontañas que tapan la cabeza y se llevan bajo el casco. Recuerda que se pierde mucho calor por la parte superior de la cabeza, o sea que mantener la cabeza caliente será el primer paso para mantener caliente el resto del cuerpo.
Otros articulos
Aparte del equipo de esquí y las piezas de ropa previamente mencionadas, otros artículos que te podría interesar llevar encima cuando esquíes son los siguientes:
Calentadores de manos — Son bastante baratos, disponibles en casi todas las tiendas de esquí y ayudan a mantener los dedos de las manos calientes durante horas.
Calentadores de botas — Funcionan con pilas y son estupendos para mantener calientes los dedos de los pies; se pueden instalar rápidamente en la mayoría de tiendas de esquí.
Walkie-talkies — Son magníficos para mantenerse en contacto con la familia o los amigos si van a seguir pistas o trayectos diferentes a los tuyos y, si te perdieras, los walkies-talkies facilitarían enormemente tu localización.
Crema de protección solar — Incluso en los días nublados es posible que te hagas quemaduras importantes en la piel mientras esquías. Si vas a estar en el exterior durante cualquier período de tiempo, ponte crema de protección solar sobre la piel que vayas a exponer al sol.
Bálsamo de labios — Aunque tal vez no sea necesario en las áreas más orientales, el clima occidental es muy seco y tus labios se podrían agrietar sin esta protección.
Agua y comida — Aunque podría parecer que la fuerza de gravedad está haciendo todo el trabajo, el esquí es una actividad realmente agotadora. Es fácil fatigarse y deshidratarse, sobre todo a gran altitud, por lo que es una buena idea llevar siempre agua encima, así como un tentempié sólido para obtener energía si notas que se te empiezan a cansar los músculos.
Antes de empezar
Una de las formas más eficaces de prevenir las lesiones de esquí es asegurarte de que estás en buena forma entes de subir a las pistas. Músculos más fuertes no solo te ayudarán a mantener el control, también harán del esquí algo mucho más divertido. Si sabes que vas a quemar las pistas en invierno, asegúrate de hacer ejercicio regularmente en verano y otoño. Estarás contento de haberlo hecho. Y acuérdate siempre de hacer elongación antes de empezar a esquiar.
Cuando llegues a la estación de esquí, si no has esquiado nunca —o aunque lo hayas hecho antes— apúntate a clases de esquí. Ni siquiera los mejores atletas del mundo pueden esquiar solos la primera vez. La mejor forma de aprender es contratando a un instructor licenciado por la Professional Ski Instructors of America (PSIA – Instructores de Esquí Profesional de América). Las clases particulares ofrecen la oportunidad de recibir un trato más individualizado, pero las clases grupales, mucho más baratas, funcionan muy bien y son una buena oportunidad para hacer nuevos amigos.
Cuidado en las Pistas
O sea que ya te has puesto en forma, dispones del equipo y ropa adecuados y has tomado algunas clases de esquí. Enhorabuena, ya estás preparado para esquiar por tu cuenta.
De todos modos, todavía hay algunas cosas importantes que deberías recordar para esquiar de forma segura:
Esquía siempre con un amigo — Por muy bien que esquíes, siempre es posible que sufras una mala caída y no puedas seguir esquiando. Tener un amigo que pueda velar por ti y, en caso necesario, llamar a los pisteros o a la patrulla de esquí, es mucho más seguro que esquiar solo.
Conoce tus propios límites — Sé honesto contigo mismo en lo que se refiere a tu nivel de esquí y conoce tus limitaciones. Si eres un principiante, céntrate en las pistas de principiantes hasta que te sientas lo bastante cómodo para esquiar con seguridad en pistas con más pendiente. La mayoría de pistas y circuitos de esquí está marcados claramente con círculos verdes (nivel de principiantes), cuadrados azules (nivel intermedio) o rombos negros (nivel avanzado). En Europa existe un nivel más (entre el azul y el negro): el rojo. Además, allí no se marca con círculos, cuadrados ni rombos; sólo se marca con el color. Si un trayecto está marcado solo para expertos, significa exactamente eso. Esquiar en un terreno que supera tus facultades no solo no es divertido: es una buena forma de lesionarte.
Sigue las normas — Nunca te salgas de las pistas ni esquíes en áreas o pistas cerradas. Esas áreas están prohibidas por algún motivo. No están cubiertas por los pisteros y suelen implicar riesgos. Asimismo, asegúrate de prestar atención a cualquier señal de aviso que veas. Si lees: “Área de circulación lenta”, deberás reducir la velocidad para evitar a otros esquiadores. Si lees: “Acantilado”, deberás cambiar de dirección o detenerte antes de llegar al borde del mismo.
Practica el esquí educado — Recuerda que los esquiadores que van delante de ti o que ya están esquiando en una pista tienen prioridad de paso sobre ti. Tú los puedes ver, pero ellos probablemente no te pueden ver a ti. No te pares nunca en medio de una pista o trayecto o en cualquier sitio desde donde no te puedan ver desde arriba, como tras un cambio de rasante. Mira hacia arriba para asegurarte de que no está viniendo nadie hacia ti antes de iniciar el descenso o de unirte a otra pista. Si pasas junto a otro esquiador en un paso o camino estrecho, anuncia en voz alta “A tu derecha” o “A tu izquierda” para indicarles que te acercas por detrás.
Disfruta – Esquiar es divertido. Divertidísimo. Y, aunque implique ciertos riesgos, eso no te debería impedir pasártelo bomba en las pistas. ¡O sea que busca a un amigo y a quemar pistas!
Revisado por: Kathleen B. O’Brien, MD